INAUGURACIÓN DE JARDÍN ALMAFUERTE EN PLOMER
JAVIER OZUNA
“Bueno buenos días a todos a todas. Muchas gracias por acompañarnos y la verdad que es un día de mucha emoción, donde sentimos la necesidad, y esta linda sensación de ser agradecidos. Agradecidos porque allá por la campaña, recorrimos con Axel y con Sergio esta localidad, que tenía un jardín durante muchos meses, casi 24 -28 meses suspendido su construcción, y nos comprometimos a poner la mirada en las localidades rurales. Que es su simbolismo, qué significa ver lo más lejos, lo que muchas veces durante muchos años fue muy olvidado, y respetar así a aquellos vecinos y vecinas que eligen quedarse acá, donde todo queda más lejos, donde todo llega más tarde, donde las cosas cuestan el doble. Por eso vamos a bancar siempre aquellos que estando en Plomer, en Villar, en La Choza eligen quedarse.
Este gobierno provincial, y también el gobierno municipal que ha puesto la mirada, se comprometió a terminar esta ampliación, el jardín, que hoy está y está funcionando y es más ni menos que el cumplimiento de la palabra, algo que en política, gracias a Dios, ya hace muchos meses que empezamos a hacer costumbre.
Pero si me permite el Gobernador también, voy a robarle un segundo de tiempo para agradecer de manera especial el trabajo que venimos haciendo con Agustina, porque quién es intendente sabe que sólo no se puede, si no es con sus secretarios, directores, hasta el último empleado municipal tiene que empujar para que un gobierno camine. Y nosotros, absolutamente todos los proyectos de educación, todos los proyectos de educación, le decía a Axel recién, que le hemos planteado Agustina en una mesa de trabajo, absolutamente todos fueron considerados por la provincia de Buenos Aires.
Hoy tenemos 13 proyectos encaminados encaminados en cada uno de los rincones de General las Heras. Contar con esta ampliación en Plomer, pero también lo hemos hecho en la localidad de Hornos y créame que cuando vamos a La Plata y nos sentamos con Agustina, nos regalamos 5 minutos para saludarme después nos hace trabajar todo en la mañanita de recorrido, porque es su estilo y nosotros celebramos que así sea.
También darle la bienvenida a Roberto, porque realmente poner esta visita en Plomer, poder hablar de lo que viene, de la ciencia, la tecnología, un patrimonio que realmente tenemos que acompañar desde cada una de las localidades.
En lo personal también agradecerte Axel la posibilidad de haber trabajado en Provincia, en AUBASA, la verdad que la invitación me ha honrado, lamentablemente después al poco tiempo vino la pandemia y para un dirigente local, cuando vienen las malas, donde hay que poner el cuerpo y el acompañamiento al pueblo que consideró, y acompañó con su voto la elección de un intendente, me parecía que no me quedaba otro camino que tener que suspender, por lo menos provisoriamente, acompañarte en Provincia y volver a estar con la gente de mi querida ciudad, porque así lo sentía y así lo entendía y bueno, así fue de este proceso. Te agradezco una vez más estar acá, sabemos que nos queda mucho por hacer, tenemos muchos desafíos por delante.
Agradecerte también que junto con el gobierno Nacional estamos haciendo el agua potable en la localidad de Hornos, qué es un hecho histórico realmente, más de 150 familias van a tener en octubre o en noviembre conectividad con el agua potable. Estamos trabajando en obras de cloacas en general Las Heras, el 9 de agosto comenzamos obras de pavimentación. Y realmente son todas cuestiones que hemos trabajado en conjunto con Provincia y con Nación. Muchas gracias Gobernador. Muchas gracias ministra, muchas gracias ministro. Bienvenidos a Plomer, bienvenidos a General Las Heras”.
ROBERTO SALVAREZZA
“Buenos días a todos y todas. La verdad que un gusto enorme estar acá con Axel, con Javier, con Agustina, en esta inauguración oficial del jardín.
Creo que reafirma este emblema que es de nuestro espacio de que la educación es la herramienta de transformación para construcción de sociedades más justas, más equitativas. Así que reafirmar esto. Me parece que es muy simbólico, muy importante retomar esta construcción en tiempo de pandemia, en un momento en que golpea a toda la sociedad, le golpea a todo el mundo. Que se haya terminado un jardín abandonado, después de 4 años y que hoy lo tengan ustedes acá. Así que esto felicitarlo Axel, que ha cumplido con esta promesa. A todos ustedes y esté presente para toda la comunidad de Plomer.
También destacar esto que es el retorno a las aulas. El retorno a las aulas en medio de esta pandemia, con un enemigo insidioso, que se traslada de la peor manera, que nos contagia por el aire. Lo respiramos, cuando hablamos, contagiamos. Es algo que realmente es muy difícil de prever.
En ese contexto, ¿Cómo hacer para que nuestros chicos y nuestras chicas vuelvan al colegio en forma segura? Ahí aparece la tecnología, ahí aparece el desafío que tomó Axel de 33.000 medidores de dióxido de carbono. Hoy se están entregando y que permiten a todos los chicos y chicas de los colegios bonaerenses poder asistir a las aulas con menos riesgo, con más seguridad. Creo que eso es una apuesta muy importante, que demuestra que cuánto puede contribuir el conocimiento a que podamos estar y podamos tener mayor bienestar.
Después destacar el trabajo cooperativo que se hizo para que esto fuera una realidad. Ahí se trabajó junto con Agustina, con el ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, con el ministerio de Desarrollo de la Provincia de Buenos Aires, trabajaron las universidades del Conurbano, con el compañero Aliaga que fue un gran motor de esto, la universidad de Hurlingham. Hay que recordar que esas universidades estaban demás, si eran muchas, ¿Para qué queríamos universidades si al final no se reciben los pobres? Bueno, ahí están acompañando estos desarrollos tecnológicos, todo lo que ha contribuido las universidades. También científicos y científicas del Conicet que eran ñoquis, hasta hace poquito eran ñoquis. Y con un ministerio como el nuestro que hasta hace poquito desapareció.
Sin embargo, hoy estamos poniendo y ayudando para dar herramientas contra la pandemia. Desde diagnósticos, desde elementos de protección, fármacos, ayudar a construir los respiradores. Bueno, todo eso hace la ciencia y la tecnología.
Con Alberto, con Cristina, volvemos a apostar al conocimiento. Esa es una de las políticas de Estado que vamos a seguir impulsando y la cual vamos a estar trabajando todos juntos.
Así que de mi parte, cederle la palabra Axel, decirle que estamos todos para reconstruir esta Argentina, que lo vamos a hacer todo juntos. Este es el gran desafío que tenemos por delante.
Así que muchísimas gracias a todos”.
AXEL KICILLOF
“Bueno, buenos días a todos y a todas. Acá los vecinos, vecinas y vecinitos y vecinitas de Plomer. Muy agradecido Javier por esta invitación a General las Heras y acá a Plomer, que fue realmente, lo recuerdo hoy, esto fue en julio del 2019, un acto de campaña que hicimos en un pueblito chiquito de 400 habitantes de nuestra provincia de Buenos Aires, rural, hoy también turístico, productivo. Y me trajo Javier acá a ver el esqueleto abandonado de una de las tantas obras que se habían prometido, publicitado, que se habían vendido políticamente pero que no se habían hecho ni terminado.
Este jardín, acá en Plomer, probablemente funcionó, para mí, como uno de esos símbolos del abandono que sufría la provincia de Buenos Aires, el abandono junto con la falsedad y la mentira. Porque nos habían dicho que iban a construir 3000 jardines de infantes, bueno, una promesa, una de las tantas: que no nos íbamos a endeudar con el FMI, qué iban a subir las jubilaciones, que nadie iba a perder ningún derecho, que iban a subir los salarios, que iban a sacar el impuesto a la ganancias, una batería de engaños, embustes y mentiras. Pero lo de los 3.000 Jardines de infantes a mí me había resonado mucho, porque venía empaquetado con ese discurso de que ‘todo por la educación, cuánto nos importa la educación’, y después de a poquito se venía desgranando un subtexto, que surgía como el inconsciente sin mordaza, a veces de varios, entonces la gobernadora Vidal, el presidente Macri, que empezaban a decir lo que realmente pensaban. Y de a poquito el discurso, el eslogan y la mentira fue quedando al costado y esas palabras dichas, a veces sin querer, como que se escapaban, empezaron a juntarse y encontrarse con la realidad de lo que hacían. El pensamiento profundo, su proyecto político y la realidad de gobierno se encontraron, y para mí, se condensaron en este Jardín en Plomer.
Fue una obra que se anunció esos 3000 Jardines de infantes, que decía a mí me golpearon más porque el anuncio fue doblemente, si me permiten, fayuto. Porque además se dijo que iban a privar a la sociedad Argentina de ver el fútbol para todos, el fútbol gratis, porque toda esa plata se iba a usar para construir 3000 Jardines de infantes, como dice el dicho; sin el pan y sin la torta. No hubo fútbol pero tampoco hubo Jardines de infantes, ni en la provincia de Buenos Aires, ni en la República Argentina. Así que nos privaban de un derecho, nos prometían un avance y ni una cosa ni la otra.
Y me trajo Javier acá a Plomer, y fue un momento donde mirando las ruinas prematuras de un jardín que no se había hecho, mirando a todos los vecinos y vecinas de eso que pensaban que venía y no venía, hice algo bastante inusual en esa campaña. Porque fue una campaña que todos la recuerdan por el Clío, la recuerdan por nuestra unidad del campo popular, la recuerdan por una campaña muy austera, pero una campaña muy incierta donde a mí me costaba prometer que íbamos a hacer algo. Y me costaba no sólo porque veníamos, o transitábamos una etapa de promesas incumplidas, una etapa de estafa electoral donde en la campaña se prometió de todo y después no se hizo nada, o se hizo lo contrario, no sólo por esa convicción política de nuestra fuerza, que mejor que prometer es realizar, no sólo por eso, sino también porque sabíamos que nos esperaba una etapa de gobierno muy compleja. Porque uno veía como el contador del endeudamiento externo seguía creciendo, como el ajuste seguía devastando nuestra estructura productiva. Era muy difícil prometer, porque teníamos que mostrar que nos dejaban lo que nos dejaron, una tierra arrasada, entonces era difícil decir durante la campaña ‘hay un desastre en germen y nos dejan una mochila muy pesada, pero vamos a hacer esta ruta, este jardín...’, era muy difícil, era inconsistente. Por eso yo no hice muchas promesas electorales. Pero ésta sí la hice, porque vi que no se podía privar a la comunidad de Plomer, a los vecinos y vecinas de la provincia de Buenos Aires de algo que estaba al alcance de la mano, que era muy necesario, que era imprescindible. Después fuimos caminando ahí al salón municipal donde los nenes y las nenas tenían clase provisorio en muchísimo tiempo, y esta ruina no íbamos a permitir que quedara así, y dije que íbamos a terminar el jardín de infantes y hoy lo recorrimos.
Pero si fuera sólo eso, porque tal vez, como era una promesa que habíamos hecho, hicimos sólo esto. Y lo recordaba Javier, acá en General las Heras tenemos 13 proyectos educativos, pero en la provincia de Buenos Aires hicimos algo que no se hacía desde hace demasiado tiempo, que era ponernos a reparar, a arreglar, a reacondicionar todos, absolutamente todos, los edificios, la infraestructura educativa que estaba en mal estado y a veces de peligro, a veces de peligro para los trabajadores y trabajadoras de la educación, y para los chicos y chicas que concurren a nuestros edificios educativos. Hubo una tragedia, cómo fue lo de Sandra y Rubén recordarán en Moreno, por una instalación de gas. Pero de la misma manera estaban muchísimas escuelas, colegios, edificios con problemas en el gas, en electricidad, en la mampostería, se caían los techos, los baños en mal estado y dijimos eso no puede ser, ese no puede ser el modo en el que se dan clases en la provincia de Buenos Aires, porque sino, de manera para mí horripilante, se iba generando al mismo tiempo, que un discurso de ‘caes en la educación pública’, una realidad donde la educación pública no tiene la infraestructura y la inversión que necesita. Así que era una profecía autocumplida, estaban produciendo una educación de segunda mientras decían que eso no tenía nada que ver con ellos. Por eso nos propusimos arreglar todos los edificios escolares que tuvieran problemas, dificultades, seguir trabajando, terminando las obras aunque las haya iniciado otro gobierno, reconocer que las inició otro gobierno pero denunciar también que se guardaron la plata para la especulación financiera y no pusieron en las escuelas.
Y por eso hoy podemos decir que en la provincia de Buenos Aires terminamos ya 3100 obras en establecimientos educativos, con el programa Escuelas a la Obra, que era una prioridad, y lo hicimos con pandemia, y lo hicimos con todas las dificultades económicas mientras se negociaba, y todavía se está negociando, ese desastre de la hipoteca de la deuda externa que nos dejaron.
Y por último nos acompaña hoy Roberto Salvarezza, también Jorge Aliaga de la Universidad de Hurlingham, porque hoy también estamos haciendo un anuncio, lo tengo acá, lo voy a devolver, pedí que me lo trajeran porque yo no traje el mío. Este aparatito que tenemos acá es un aparatito muy importante para la vuelta a las clases con seguridad. ‘presencialidad cuidada’ la llamamos. No de cualquier manera, no un festival de contagios, exponer a nuestros maestros y maestras, a los chicos, a las chicas, a sus familias, sino ‘presencialidad cuidada’, con todos los elementos necesarios, y además cuando la situación epidemiológica así lo permite. No es un verso, no es un eslogan, no es una chicana, es un trabajo cotidiano de todos los días de nuestra otra comunidad educativa, para la que no tenemos más que palabras de agradecimiento por los esfuerzos que hace, no en una sola ciudad sino en 500 como tiene la provincia de Buenos Aires en sus localidades, en sus municipios.
Y este aparatito tiene que ver con varias cosas, tiene que ver primero con que más allá de los discursos anti cuidados, antivacunas, más allá de toda esa parafernalia del intento de sembrar odio, confusión, me decía Javier recién que acá en Las Heras hubo un crecimiento, en esta segunda ola, muy importante de casos y que se hizo lo que tenía que hacerse, que era tomar medidas de restricción, medidas de cuidado y hoy tengo para felicitarlo porque los casos están bajando. No por magia, sino por el esfuerzo, por el sacrificio también, por todo eso que no podemos hacer pero que tiene un resultado visible.
Y después estamos volviendo paulatinamente a la presencialidad a medida que cada situación concreta y particular de cada municipio lo permite. Y nos preparamos mucho para esto, hicimos inversiones muy grandes para esto. Pero así como trajimos 32 aviones desde Shanghái con barbijos, con camisolines, como trajimos cuando hizo falta equipos de bombeo, respiradores, como trajimos y estamos trayendo junto con el gobierno Nacional vacunas para protegernos, también aprendimos mucho durante esta pandemia. Porque es un virus nuevo que atacó al mundo entero y al principio creíamos que la principal fuente de contagio eran esas gotículas visibles que se depositan en las superficies, básicamente que había que higienizar todo, ponerle lavandina a las compras, a la bolsita del supermercado, lavarnos muchas veces las manos con alcohol en gel o mejor todavía con agua. Con todos esos procedimientos que habíamos visto nosotros los que no somos médicos o médicas, los habíamos visto cuando vamos a un hospital, bueno lavarnos así cuidadosamente las manos, eso hay que seguir haciéndolo. Pero se descubrió que una fuente de contagio, la más peligrosa, es a través del aire. Por eso este virus además de ser invisible, y se dice mucho ‘lo trasladamos nosotros, van en las personas’, hay algo peor, se esparce por el aire y se traslada por el aire.
A mí me gusta decir que este tema de los aerosoles, los spray, de los cuales aquí en la Argentina, Jorge Aliaga fue uno de los principales transmisores de esta información y militantes de esta circunstancia para que aprendiéramos todos cómo cuidarnos. Porque no alcanza con cuidarnos y decir que nos cuidamos, sino cuidarnos de la manera más eficaz posible. Y a mí me gusta decir que esto de los spray y de los aerosoles que lanzamos al hablar, no cuando sale una gotita de saliva sino en partículas mucho más pequeñas que flotan, es parecido, Jorge, al humo de cigarrillo, que uno ve que se empieza a viciar el aire cuando alguien fuma o el humo de una fogata, que entonces empieza a saturar el aire y esto lo generamos nosotros al hablar, al reírnos, al cantar, al gritar, si alguien está contagiado, de esa manera el virus se traslada por el aire y si alguien está cerca se puede contagiar, por eso también los barbijos, la distancia. Y en un momento no alcanza ni con barbijo, ni con distancia, porque cuando estamos en un lugar cerrado y hay una cantidad de personas que empiezan a ser más de 1, 2, 3, 4 personas, entonces el aire se empieza a saturar y ahí va el virus flotando y contagia. Y esto está comprobado científicamente, hay muchísima bibliografía, material de difusión que se contagia así. Por eso el riesgo y por eso es mentira que no se contagia en el aula. En el aula, si es un aula cerrada, hay muchos chicos y chicas que ya sabemos que se contagian y contagian, y permanecen mucho tiempo ahí, entonces se pueden contagiar no uno o algunos, sino casi todos.
Entonces está el tema de la ventilación, ¿Cómo hacer con esto con ventilación? Estamos volviendo a la presencialidad y la iniciamos teniendo en cuenta la cuestión de la ventilación, de que el aire circule. Eso permite que el virus, que está flotando si alguien lo tiene, entonces se vaya con el aire. Tiene que renovarse el aire, pero para renovarse el aire tenemos que tener las ventanas abiertas y las puertas abiertas. En época invernal, ya lo vimos y lo estamos sufriendo, que esté regreso a la presencialidad cuidada, también genera condiciones para la actividad educativa complicadas porque hace frío. Hay que estar emponchados los chicos, los maestros, las maestras, los auxiliares, en las aulas.
Entonces, la ciencia vino a asistirnos. Este aparatito, o similares, por ejemplo se producen también en la Argentina estos aparatitos. De manera visionaria, prematura, precoz, se empezaron a producir en Argentina estos aparatitos. No miden virus, miden dióxido de carbono, qué es lo que exhalamos al respirar. Pero claro, indirectamente si se está acumulando dióxido de carbono y hay gente contagiada, entonces también se está acumulando virus. Entonces, midiendo y registrando cuánto dióxido de carbono hay, podemos saber indirectamente si hay peligro o no estando en un lugar cerrado.
Estos medidores de dióxido de carbono permiten también ver cuando la situación es segura, que es hasta 800. Cuando la concentración es más de 800 de dióxido carbono, entonces empieza a ser riesgoso también si hay virus. Con este aparato, entonces, lo que podemos hacer es algo fantástico, algo que la ciencia, que junto con el ministerio nacional, con nuestro ministerio también de Producción, con nuestro ministerio de Educación, hemos hecho armar un manual de uso para estos medidores. Lo que nos permite también hacer es ventilar pero regular esa ventilación para que sea justa, tampoco para chupar frío de más. Entonces, se ha dicho que se puede abrir 5 centímetros, tal tipo de ventilación. Pero con esto podemos constatar si se está acumulando y no necesitamos hacerlo todo el tiempo. Alcanza entrar con una visita, con el medidor, ver cómo está el registro, ver si hay que abrir más abrir menos o eventualmente desalojar porque comienza a ser peligroso.
En la Provincia de Buenos Aires queremos hacer estas cosas con seriedad, no con discursos vacíos, llenándonos la boca. ‘Nos importa la educación pero cerramos escuelas’. No, a nosotros nos importa la educación, abrimos escuelas y jardines. Nos importa la presencialidad pero no como eslogan porque en muchos lugares se dijo: ‘hay un montón de presencialidad pero iba muy poca gente’. Porque también con tantos contagios, de familiares que están enfermos, o incluso fallecidos. Bueno obviamente esos anticuerpos sociales también existen para la inconsciencia.
Con estos medidores, el problema que teníamos es que no tiene sentido que tenga yo uno porque nosotros tenemos 13.700 edificios escolares. Es inmensa nuestra provincia. Nos propusimos que para cuando se pudiera volver a la presencialidad, hubiera de estos aparatitos en toda la Provincia de Buenos Aires, en todos sus rincones hubiera estos medidores de dióxido de carbono. Pero para eso tuvimos que actuar rápido, invertir mucho, como 600 millones de pesos, y comprar 33.000 medidores de dióxido de carbono. Capacitar en las escuelas a sus directivos, a los que les agradecemos porque es un laburo más, un trabajo más, pero que permite que la ventilación sea justa.
Cuando decimos presencialidad cuidada, decimos cuidar en serio, decimos cuidar a conciencia, decimos cuidar todos los aspectos de una presencialidad. Dar clases con sombrillas en un patio a pleno sol, tampoco permite una experiencia educativa y de reencuentro como es necesaria. Entonces con estos medidores de dióxido de carbono. Esto nos pasa con la pandemia, no la podemos evitar, existe, enferma y mata. No la podemos ignorar porque sería una inconsciencia, una irresponsabilidad. Lo que podemos sí hacer es dedicarnos a cuidar a todos y a todas en la Provincia de Buenos Aires.
Este es un elemento más. Gracias Agustina, gracias Roberto, gracias Jorge.
Bueno, estamos en medio de una pandemia, avanzando con todas las complejidades que esto implica, estamos en esta pandemia haciendo lo imposible. Nadie, nadie, y es mentira si alguien le dice ‘podemos hacer como que no existe’. Es una locura, es una insensatez. Nadie tampoco puede decir que podemos evitar los efectos de la pandemia habiendo pandemia porque tenemos que andar con barbijo, porque tenemos que seguir cuidándonos, porque lo tenemos que hacer de manera consciente, responsable y sobre todo solidaria. Cuidarse a uno, no sólo para salvarse uno, sino para cuidar y salvar a los demás.
Entonces, en esta pandemia, a pesar de todas las dificultades, y aquí hay una muestra, hemos hecho lo que teníamos que hacer y hemos respetado siempre a rajatabla nuestras prioridades: la salud, la educación, la producción y el trabajo.
Vamos a terminar pronto lo antes posible esta etapa de resistencia al virus y vamos a iniciar la reconstrucción de la provincia de Buenos Aires y de la República Argentina. Muchísimas gracias a todos y a todas”.